domingo, 20 de abril de 2014

Lo k me gusta de la vida...

Un niño no se da cuenta que tiene el dichoso don de la vida, un adulto tampoco, la diferencia está en que nosotros los adultos, caemos en una gran agujero, y dejamos de vivir para sobrevivir, pero sobrevivir no nos hace gracia, ni nos cuasa satisfacción; entonces recurrimos al psicológo, o peor aùn al psiquiatra.


Uno de los peores mata vida es el trabajo. En américa Latina se acostumbra trabajar 8 a 10 horas, con suerte de lunes a viernes, la edad mínima para pensionarse es a los 63 años; (como un profesional). Muchos de los lugares de trabajo son oscuros, y cuando tenemos las horas desayuno o almuerzo nos damos cuenta de que existe el sol, y aprovechamos para calentarnos un poco. Cuando salimos del trabajo a nuetra casa, llegamos al palacio soñado, grandes cenas, con aguas termales, cero problemas, cero reponsabilidade, cero verdad lo que digo en esta lineas, al llegar a nuestro hogar, llegamos a otro campo de batallas, los chicos, la casa, el gato, el mal marido, las cuentas entre otras cosas.


Yo escribo y se que hay muchas y miles y si no la mayoría de las personas que tienen algún tipo de situación que no lo deja disfrutar de esta tan preciosa vida.


Pero hagamos una resta, restemos el trabajo (ojo; retirados con dinero), puedo entonces difrutar del sol y la luna plenamente, bueno está la casa, los chicos y el mal marido, entonces restamos personas, bueno en mi caso no, amo a los chicos y a mi mal marido, pero bueno tendremos que lidiar con las personas

Ser mejores cada día..

Si uno tuviera la opción de escoger los ingredientes que cree que son necesarios para una vida perfecta, nos daríamos cuenta de lo difícil que es lograrlo.  Si escojo el amor, me percato de que el amor trae muchas leyes claramente establecidos, uno de ellos dice “que debemos dar sin recibir nada a cambio”, porque el amor no es una negociación es una entrega, no es un intercambio, por lo tanto si deseo escoger ese ingrediente para mi vida, debo tomar en cuenta que doy a cambio de nada, y eso muchas veces no me hará feliz, y hablando de este otro ingrediente “felicidad”, una de las leyes dice que si hago feliz a alguien lo seré yo igualmente, y así infinitamente puedo escoger esos ingredientes que me harán la vida existencial más agradable: prosperidad, honestidad, inteligencia, astucia, sabiduría, paciencia, fortaleza, entre muchos de ellos.
Sabes algo, en cada  uno de nosotros ya existen muchos de esos ingredientes que tal vez no sabemos utilizarlos, el internet es una herramienta muy enriquecida para tomar aspectos interesantes de esos ingredientes y hacer una lista de lo que realmente necesito reforzar, de lo que carezco y determinar en cual de ellos soy un master o excelente usuario. -Si tuviera la opción de escoger esos “ingredientes”-, en realidad si tenemos la opción de escoger, y de trabajar en ello.
Amo a mi mamá, una anciana de 83 años, decidí movida por mi amor hacia ella la decisión de cuidarla hasta que Dios quiera, al tenerla en casa me di cuenta, que no bastaba con amor, que tenía que invertir mi tiempo en cuidarla, en bañarla, en llevarla al médico, en comprarle pañales, en alimentarla, escucharla gritar,  en sacrificar mi familia, para poder atenderla constantemente, entonces descubrí que mi paciencia se disminuía, inclusive con mis hijos, con mi esposo.  Me detuve por instante y retomé ingredientes que no tenía “paciencia, oídos sordos, fuerzas tanto mental como física y relajación”, no es fácil en ocasiones se torna frustrante, pero Dios no invade nuestra vida de asuntos que no queremos, todo ha sido basado en una decisión, en un momento que abrimos una posibilidad, en un momento que queremos hacer algo que no es posible.

La vida no se resuelve, no se hace perfecta, pero si se tienen miles de ingredientes para hacerla agradable, contagiosa, hermosa, empezando por trabajar nuestro interior…